miércoles, 5 de mayo de 2010

La cúpula legionaria es un asco: ex consagrada

La mujer que renunció al Regnum Christi confía a MILENIO que “la ignorancia fue mi peor error”, y explica que no se daba cuenta de lo que sucedía porque “veía y escuchaba todo como ellos querían”.

Eugenia Jiménez


Una de las que dimitió revela que la información de los abusos no llegó a las casas que habitaban. Foto: Milenio

Ciudad de México.- Arropada en el nombre de Dios, la estructura de la Legión de Cristo integra en un segundo grado a gente profesionista que no sólo otorga su tiempo, sino un porcentaje de su salario al Regnum Christi. Una mujer jovial ex integrante de este selecto grupo reconoce que la cúpula del movimiento “es un asco” y que la ignorancia fue su peor error, “veía y escuchaba todo, como ellos querían”.

Al abandonar el grupo, dijo quien prefirió mantenerse en el anonimato, buscó reconstruir su vida y reconoció que los primeros años fueron de verdadero compromiso porque “la gente de abajo, las consagradas, los jóvenes, realizan un trabajo genuino para la obra de Dios”.

Haber estudiado en los colegios de la Legión fue su pase automático para integrarse a los grupos de jóvenes “con un verdadero amor a Cristo y para servirle, hacer el bien a los demás, con las misiones”

Su carácter sensible y su actitud inquieta fue suficiente para atraer la mirada de los directores, quienes le designaron responsabilidades en búsqueda de nuevas vocaciones.

“Me integré en una dinámica de servicio y de obediencia que no te das cuenta del formato que vas adquiriendo. Por eso digo que mi gran pecado fue la ignorancia, porque hubo unos años en que obedecí sin cuestionar, con tal de hacer el trabajo apostólico... Entré en un estado de fanatismo o de idealismo, porque sólo era el de trabajar.”

Aún con cariño, relata la época en la que convivió con las consagradas, pero comentó que su vida ahí no fue sencilla por “el grado de obediencia irracional. Se cae en un gran error, te haces ciego y cumples lo que se te ordena, sin cuestionar”.

Después de un año de voluntariado y de haber sido rechazada para integrarse como consagrada de tercer grado, por ser “desobediente”, fue llamada a la élite para integrarse al segundo grado del Regnum Christi, por el don de liderazgo que tenía.

Su nuevo encargo era asistir a eventos sociales y evangelizar a señoras que donaban recursos, esto la llevó ha tener contacto con la cúpula y conocer a Marcial Maciel.

Ahí, dijo, “me di cuenta que el movimiento era un asco, que sus intereses tienen una visión utilitarista. Empecé a darme cuenta de que vivía en dos mundos paralelos, uno de entrega de corazón, con una vida de carencias y penurias, el otro de mentira, manipulación y soborno”.

El contacto con Maciel, comenta, nunca fue agradable, “escuche cosas como el favor cuesta, con dinero baila el perro”. Además, “era soberbio con su gente sencilla” y “en una ocasión pasó junto a nosotros un sacerdote moreno y señaló: miren a ese sacerdote que está feito, lo estoy tratando mal para que se salga”.

Las reuniones con empresarios, mencionó, “eran verdaderos encuentros de negocios, nada religiosos”.

La joven, que pensó en tener hijos para entregarlos a las vocaciones de esa orden, indicó que da su testimonio porque las obras apostólicas “aún se pueden rescatar”. Pero aclaró: “El reconstruir a la Legión será difícil, porque muchos no tienen los elementos emocionales para salir por sí solos... están acostumbrados a que les dirijan la vida, lo cual es más cómodo, por eso viven en una negación constante de lo que escuchan en los medios”.

Otra ex consagrada que estuvo en el Regnum Christi durante 10 años reveló que no tienen cercanía con los curas, no los pueden saludar de mano y tienen prohibido hasta ofrecerles un vaso con agua, .

Relató haber conocido a Maciel sólo en una ocasión “nos estrechó la mano y se despidió, no sin antes decirnos que le echáramos ganas”.

Al conocer las denuncias de abuso sexual contra su fundador, confió, se derrumbó la imagen que tenía de él, pero “lo preocupante es que al interior de las casas de las consagradas no llegó esa información”. Si alguna se enteró en el exterior, se le prohibió hablar y las directoras se concretaban a decir que era una campaña contra los Legionarios.

Respecto a su familia, señaló que se les permite una llamada o una visita mensual. Además, el correo es revisado primero por las directoras y después se les entrega.

Dominico dice que el Papa es “muy torpe”

Amando Robles, fraile dominico, reconoció que Benedicto XVI ha hecho lo que ningún otro pontífice, destituir a Marcial Maciel, aunque enfatizó: “no hubiera estado mal que se abriera un proceso legal en su contra”.

Sin embargo, consideró que el Papa debe dimitir porque carece de liderazgo. Lo calificó de “muy torpe” por no saber marcar líneas discursivas al interior de la iglesia y afirmó que ha demostrado que no es administrador y no tiene facultad de gobierno.

Por su parte María Van Doren, teóloga feminista, indicó que no es suficiente pedir perdón, la jerarquía católica, debe de responsabilizarse por estos delitos y castigar a quienes los cometieron.

Durante su participación en la conferencia ¿Credibilidad de la iglesia católica? Análisis y retos ante la situación de pederastia, consideró que el problema fundamental es el de su estructura piramidal y patriarcal, la cual ha permitido tapar estos delitos.

Van Doren, indicó que Benedicto XVI tiene que reconocer públicamente que es corresponsable de los crímenes de pederastia. “La iglesia no puede poner de pretexto la persecución, y debe dejar de victimizarse”, aseguró.

Milenio
05/05/2010

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