miércoles, 31 de marzo de 2010

Corcuera “era el que hacía el trabajo sucio de Marcial Maciel”: ex Legionarios

Los representantes de los afectados por abusos sexuales ante la Santa Sede, acusaron al director general de los Legionarios de ser un “hipócrita y mentiroso” que no actúa bajo los principios espirituales

El director general de los Legionarios de Cristo, Álvaro Corcuera.

Ciudad de México.- Los representantes de los afectados por abusos sexuales ante la Santa Sede, José Barba y el doctor Arturo Jurado, acusaron al director general de los Legionarios de Cristo Álvaro Corcuera de ser un hipócrita y mentiroso que no actúa bajo los principios espirituales pues cubrió todo lo que hizo Marcial Maciel.

En entrevista radiofónica con Ciro Gómez Leyva, los ex Legionarios señalaron que Corcuera “es el asesino sonriente y era el que hacía el trabajo sucio de Marcial Maciel” pues es un hombre calculador que únicamente está mintiendo al decir que lamenta lo sucedido.

Aclararon que no acudirán a la reunión a la que el director de los Legionarios ha convocado para el mes de mayo.

José Barba aseveró que están convencidos de que el padre Álvaro Corcuera está actuando de la misma manera que habría actuado Marcial Maciel, “siempre le cuidó las espaldas, todo el tiempo necesario que pudieran hacerlo y atacaron a las victimas que dieron su testimonio”.

El doctor Jurado mencionó que “Corcuera dice una cosa pero su actuar es totalmente diferente a lo que expresa y es obvio que está hablando bajo la presión de las circunstancias en donde está cayendo en contradicciones porque acusa a Maciel de todo lo que hizo y por qué entonces viene a pedir perdón, sólo lo hace aquel que ha ejercido la ofensa y hay algo que los traiciona desde dentro cuando saben que son culpables”.

Por último José Barba subrayó que cuando Corcuera subió a la dirección de la Legión de Cristo, ya tenía un plan para que “nos callaran, porque se nos iba acabar el dinero”.

Por ello, insistió que desde que tomo la dirección de la organización religiosa han sucedido cosas muy fuertes y ominosas contra los que denunciaron los abusos, incluso hubo acusaciones de robo de documentos importantes para la Legión como el Manual de Urbanidad y el Salterio de Mis Días, ante una juez de Virginia, Estados Unidos.

Milenio.com con información de Radio Fórmula
31 de marzo de 2010

Demanda contra cura pederasta incluirá al Papa


El recurso interpuesto contra la Arquidiócesis de Miami muestra que El Vaticano estaba al tanto de la mala conducta del reverendo Ernesto García-Rubio desde principios de 1968


Un bufete de abogados del Sur de la Florida informó hoy que planea implicar al Vaticano y el Papa Benedicto XVI en una demanda contra un sacerdote acusado de abusar sexualmente de niños.
La demanda interpuesta contra la Arquidiócesis de Miami muestra que El Vaticano estaba al tanto de la mala conducta del reverendo Ernesto García-Rubio desde principios de 1968, según detalles dados a conocer por uno de los abogados que representa a una de las víctimas.
Benedicto XVI se convirtió 13 años después en jefe de la oficina del Vaticano que recibió una petición de García-Rubio tratando de dejar el sacerdocio.
La demanda alega que la diócesis fue negligente en su supervisión y asignación del reverendo.
En la actualidad El Vaticano prepara la defensa legal con que la Iglesia católica protegerá a Benedicto XVI de una demanda en Kentucky que busca su destitución.
Tres hombres que dicen haber sido abusados por sacerdotes interpusieron la demanda contra la Santa Sede en 2004, acusando a Roma de negligencia por no haber alertado a la policía o al público sobre los sacerdotes que vejaron a menores en Kentucky.
cg

lunes, 29 de marzo de 2010

Legionarios, la aberración


Néstor Ojeda
Alberto Athié, ex sacerdote. Foto: Jesús Quintanar / Milenio
Esta semana salpicada de sangre terminó con una buena noticia: el Vaticano y los Legionarios de Cristo reconocieron la necesidad de remediar los casos de pederastia en la Iglesia y se disculparon por los crímenes sexuales del padre Marcial Maciel.
Estas noticias son el producto final de quienes tuvieron la valentía de alzar la voz, de aquellos que desde hace más de una década no se arredraron ante el poder de la Iglesia y del dinero; así como de los medios en todo el mundo que hicieron eco de las denuncias de las víctimas, entre los que destacan en México los entonces periodistas de La Jornada y CNI-40.
Ayer, en una entrevista en Radio 13, el ex sacerdote Alberto Athié —protagonista central de la denuncia del encubrimiento de los abusos sexuales perpetrados por ministros religiosos— habló del dolor que le acompañará toda la vida por haber sido testigo de la forma en que esa maquinaria de sometimiento, control y poder que son los Legionarios de Cristo, erigió el entramado que permitió a Marcial Maciel hacerse de vidas y haciendas para destruirlas con su ruindad, de la cual no se escaparon ni sus propios hijos.
Porque de eso se trata la historia de los crímenes sexuales dentro de la Iglesia, no es una campaña para enlodar a sacerdotes y obispos o para destruir al Vaticano; es la crónica de cómo gente creyente y bien intencionada entregó su fe, su fortuna y hasta a sus hijos al Regnum Christi que proclamaba Maciel y que terminaron siendo víctimas de un tránsfuga y un corruptor.
Ese es el gran delito —el gran pecado— de Maciel y todos los pederastas en la Iglesia: tomar la fe y confianza que otros ponen en sus manos para usarlos como medios de enajenamiento, con el fin de despojarlos de sus bienes, mancillar sus cuerpos y pisotear su dignidad.
Lo que han hecho estos monstruos no tiene nada que ver con Dios, la Iglesia o la fe. Sus crímenes denunciados por las víctimas, expuestos por los medios y hoy reconocidos por el Vaticano, son el retrato de una pandilla de negociantes ambiciosos, abusadores sexuales y encubridores interesados, que antes que recibir el perdón cristiano deben ser castigados con todo el peso de la ley. No podemos exigir menos.


Milenio
28 de marzo de 2010

Reconocen legionarios pederastia y doble vida de Marcial Maciel


Alejandro Gutiérrez
Madrid, 26 de marzo (apro).- Los Legionarios de Cristo reconocieron que su fundador Marcial Maciel Degollado abusó sexualmente de seminaristas, que tuvo una hija con una mujer y otros dos varones con otra, por lo que piden perdón a “todos los que han sido perjudicados, heridos o escandalizados por su reprobable actuación”.
A través de un comunicado difundido al mediodía de hoy en su página electrónica, los Legionarios de Cristo aceptan que “habíamos pensado y esperado que las acusaciones presentadas contra nuestro fundador fueran falsas e infundadas”. Pero debido a que éstas son reales, reconocen que “no podemos mirar a su persona como modelo de vida cristiana o sacerdotal”.
Reprueban esta doble vida de su fundador, por considerar que son “contrarios a los deberes de cristiano, religioso y sacerdote”. Y dicen que “no se corresponden a lo que nos esforzamos por vivir en la Legión de Cristo y en el Regnum Christi”.
El Vaticano ordenó el año pasado una Visita Apostólica en la congregación ultraconservadora, rodeada por serias denuncias de abusos sexuales, que llevó a los cinco investigadores designados a indagar en los 120 seminarios y escuelas de los legionarios, y entrevistarse con ex legionarios, particulares y víctimas de Maciel.
El 16 de marzo la Santa Sede anunció que los investigadores de Benedicto XVI presentarían sus informes a Roma, y de ellos se elaborará un informe único o final que tomará varios meses.
Los observadores conjeturan que el Vaticano podría designar una nueva dirección para los Legionarios y dar inicio a una serie de reformas internas.
Estas conclusiones y el reconocimiento difundido hoy por los Legionarios coinciden con los escándalos que rodean a la iglesia católica en países como Irlanda y Alemania, y el nuevo escándalo difundido por The New York Times.
En su edición del 25 de este mes, el matutino neoyorkino dio a conocer que el padre Lawrence Murphy abusó sexualmente de 200 niños sordos entre 1950 y 1974, cuando impartía clases en la escuela Saint John, en Milwaukee, Wisconsin.
En relación al comunicado de los Legionarios difundido hoy, la congregación ultraconservadora sostiene que este período les sirvió para “reflexionar sobre su identidad y misión, que asume “la responsabilidad de profundizaren la comprensión de nuestra historia, carisma y espiritualidad”, que les permitió “revisar con humildad y sencillez diversos aspectos de nuestra vida institucional”.
También reconocen que el sacerdote mexicano, fallecido en 2008, tuvo una hija “de una relación estable y prolongada” con una mujer, y “otros graves comportamientos”, mismos que no se señalan explícitamente en el comunicado.
Acompañando al comunicado, el director general de los Legionarios de Cristo, Álvaro Corchera difundió una carta dirigida a su comunidad religiosa, en la que sostiene que “vista desde la perspectiva humana, se podrá juzgar que ha sido más o menos acertada. O descartada. Repasando en particular mi propia actuación, dada la responsabilidad que me atañe, puedo asegurarles que en todo momento he intentado proceder con la mayor pureza de intención y la máxima prudencia”.
Luego de las investigaciones iniciadas por el Vaticano, el papa Benedicto XVI decidió el 19 de mayo de 2006 que Marcial Maciel se apartara de “todo ministerio público” de su actividad sacerdotal y llevara “una vida retirada de rezos y penitenciaría”.
Los Legionarios de Cristo se fundó como congregación religiosa en 1941 en México, y luego extendieron a España y otros países hasta llegar a los 18 en los que actualmente tienen presencia. La congregación cuenta con 800 sacerdotes y 2,600 seminaristas, así como 70 mil miembros de la asociación de laicos Regnum Christi.

Proceso

jueves, 25 de marzo de 2010

Vaticano no disciplinó a sacerdote acusado de abuso sexual

Imagen de archivo del portavoz del Vaticano, el reverendo Federico Lombardi, en una conferencia en la oficina de prensa en el Vaticano. Mar 12 2009. El Vaticano no disciplinó a un sacerdote católico acusado de abusar sexualmente a hasta 200 menores sordos en Estados Unidos desde 1950 a 1970, dado que las leyes de la Iglesia no obligan a un castigo automático, dijo el jueves su portavoz. REUTERS/Alessia Pierdomenico/ARCHIVOCIUDAD DEL VATICANO (Reuters) - El Vaticano no disciplinó a un sacerdote católico acusado de abusar sexualmente a hasta 200 menores sordos en Estados Unidos desde 1950 a 1970, dado que las leyes de la Iglesia no obligan a un castigo automático, dijo el jueves su portavoz.

El periódico The New York Times reportó el jueves que el Vaticano no apartó de sus funciones al reverendo Lawrence Murphy a fines de la década de 1990, pese a haber recibido claras advertencias de sus obispos de que su caso era serio y podría avergonzar a la Iglesia.

El reporte ocurre en medio de crecientes acusaciones de abuso sexual de sacerdotes en Europa y presión en Irlanda para que el líder católico en ese país dimita por no reportar los casos a las autoridades civiles.

Entre 25 documentos internos de la Iglesia que el periódico subió a su sitio web, hubo una carta de 1996 sobre Murphy dirigida al cardenal Joseph Ratzinger, quien luego se convirtió en el líder de la Congregación para la doctrina de la Fe y después en el Papa Benedicto XVI, lo que indica que había sido informado sobre el caso.

El entonces segundo al mando de Ratzinger inicialmente aconsejó un juicio disciplinario secreto, pero más tarde, en 1998, revirtió su recomendación después de que Murphy apeló directamente a Ratzinger por clemencia. Murphy murió más tarde ese año.

El portavoz del Vaticano, el reverendo Federico Lombardi, dijo en un comunicado que Murphy infringió la ley, pero una investigación civil sobre quejas en su contra a mediados de la década de 1970 fue abandonada y el Vaticano solo supo de las acusaciones 20 años después.

"La cuestión canónica (ley de la Iglesia) presentada a la Congregación no estuvo relacionado con ningún potencial procedimiento civil o criminal en contra del Padre Murphy", expresó Lombardi.

"En tales casos, el código de la ley canónica no prevé penas automáticas", agregó.

La carta de 1996 a Ratzinger enviada por el entonces arzobispo de Milwaukee Rembert Weakland, no fue respondida, precisó el periódico.

Después de ocho meses, Weakland escribió una segunda carta al secretario de la Congregación para la doctrina de la Fe, arzobispo Tarcisio Bertone, quien actualmente es cardenal y el secretario de Estado del pontífice o primer ministro del Vaticano.

De acuerdo a los documentos del sitio web del periódico, Bertone aconsejó en 1997 a Weakland que disciplinara a Murphy, siguiendo los lineamientos de un documento del Vaticano de 1962, que ordena mantener el secreto en el manejo de casos de mala conducta sexual por parte de sacerdotes.

Murphy apeló directamente a Ratzinger en 1998, diciendo que se había arrepentido de sus pecados y que a sus 72 años se encontraba en mal estado de salud. Tres meses más tarde, Bertone se retractó y aconsejó solo "medidas pastorales" para lidiar con él.

Estas medidas son acciones disciplinarias internas.

La diócesis de Superior, en Wisconsin, a donde fue transferido después de que se conocieran los abusos, rechazó el consejo y organizó un juicio interno, pero el trabajo se detuvo con la muerte de Murphy, cuatro meses después.

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miércoles, 24 de marzo de 2010

lunes, 22 de marzo de 2010

Luzbel y Maciel


Rodrigo Vera

“¿Qué quieres que te diga de Marcial Maciel?, era un personaje extraordinario; con vicios privados y virtudes públicas; era de una dimensión genial, en el sentido etimológico; una persona extraordinaria; fuente inagotable de talento y energía. Haría falta Dostoievski para narrar su biografía”. Así abrió una entrevista el historiador Jean Meyer. Escribo el resto.
Maciel tenía encanto para seducir y furia para atormentar; encarnaba al cielo y al infierno. Tenía una personalidad esquizofrénica; doctor Jekyll y mister Hyde. Era dos arcángeles: la luz de Miguel y la oscuridad de Luzbel.
Arturo Jurado, Juan José Vaca y José Barba (víctimas en el nombre del padre) cuentan que luego de fornicar como demonio, oficiaba misa como un santo. Recuerdan que sólo verlo invitaba a creer en él y en Dios. En ese orden.
Maciel, venerado fundador de la Legión de Cristo y el Movimiento Regnum Christi, ingresó al seminario de Montezuma, Nuevo México (que salvó al sacerdocio mexicano en tiempos aciagos); pronto lo expulsaron por sodomita. Se cubrió con la sotana del tío, Rafael Guízar y Valencia, obispo de Veracruz; el prelado lo corrió por sus fechorías. El intrépido Maciel consiguió el auspicio del papa Pío XII; creó una congregación de derecha para contrapesar a la izquierda jesuita. Eugenio Pacelli conoció las primeras denuncias contra Maciel; lo retuvo tres años en Roma; le prohibió viajar a México; la Iglesia impidió investigación alguna; los ofendidos no se atrevieron a hablar, ni el Poder Judicial a sentenciar. Se fraguó una farsa bien disfrazada.

“Juan XXIII rehabilita a Maciel, quien regresa a México como miembro del alto clero católico, con impunidad extraordinaria” —apunta Jean Meyer—. Es inusitado en la historia de la Iglesia que alguien haya engañado a tantos, comenzando con los cinco antecesores del Papa Benedicto.
Marcial Maciel es un caso extraordinario; aún muerto, significa otro fracaso. Suma su historia a los escándalos por abusos sexuales de 5 mil sacerdotes católicos en Estados Unidos, Irlanda y Alemania; aberraciones que han costado a la Iglesia dos mil millones de dólares en compensaciones.

¿La Santa Sede protegió a Maciel? En 1982, la congregación de Maciel aportó una suma sustancial para salvar al Vaticano, principal accionista del Banco Ambrosiano, quebrado por la mafia. Se estima que la Legión de Cristo vale 28 mil millones de dólares, producto del binomio educativo e inmobiliario, en 22 naciones. Marcial Maciel era intocable.
Joseph Ratzinger se toma el asunto como una batalla personal. A medida que profundizan las investigaciones, emerge el daño que Maciel ha causado a la Iglesia católica con sus atrocidades. Las opulentas arcas vaticanas están en riesgo; entre compensaciones y decepciones, merman los caudales.
Las vidas ejemplares de los Santos Varones son opacadas por este personaje siniestro, cuya biografía nada tuvo de varonía y sí de sodomía.
Muchos embaucados, ricos y pobres, todos piadosos, rezan por Maciel… piden a Dios que su alma criminal arda en el infierno.

sábado, 20 de marzo de 2010

Benedicto XVI pide perdón a víctimas de pederastia

En una carta enviada a los católicos irlandeses, el Papa reconoce que hubo fallas en la manera en la que se trataron los casos de abusos sexuales por parte de sacerdotes en ese país

El Papa ha pedido perdón a las víctimas de los curas pederastas en Irlanda, a las que ha dicho que siente "vergüenza", ha advertido a esos sacerdotes que deben responder ante Dios y los tribunales y ha ordenado una inspección de las diócesis y seminarios donde se cometieron esos abusos.
Asimismo, el Pontífice ha abroncado a los obispos irlandeses por la "lamentable" gestión de lo sucedido.
Benedicto XVI así lo ha manifestado en la Carta que ha enviado a los católicos irlandeses, hecha pública hoy por el Vaticano, en la les expresa su "aliento, apoyo y solidaridad" ante los abusos sexuales a centenares de menores cometidos por sacerdotes católicos durante años en ese país.
"Queridos hermanos, os escribo con gran preocupación como Pastor de la Iglesia universal. Al igual que vosotros, estoy profundamente consternado por las noticias sobre abusos de niños y jóvenes indefensos por parte de miembros de la Iglesia, especialmente sacerdotes y religiosos..." , comienza la carta, una misiva "directa, con estilo sencillo y frases fortísimas" , según precisó el portavoz vaticano, Federico Lombardi.
En el texto, con el que el Papa "no busca excusas algunas" , según subrayó el portavoz, Benedicto XVI dice que "comparte" la "desazón y el sentimiento de traición" que muchos irlandeses experimentaron al enterarse "de esos actos pecaminosos y criminales y del modo en que fueron afrontados por las autoridades de la Iglesia en Irlanda" .
El Papa agrega que "teniendo en cuenta la gravedad de estos delitos y la respuesta a menudo inadecuada" que recibió de los prelados irlandeses, a los que recibió en tres ocasiones en el Vaticano, "decidió" escribir la carta, "para expresaros mi cercanía y proponeros un camino de curación, renovación y reparación" .
El Pontífice está convencido de que para sanar la herida lo primero que tiene que hacer la Iglesia irlandesa es reconocer "ante Dios y los demás los graves pecados cometidos contra niños indefensos" , para que nunca más ocurran casos similares.
Ante la pregunta de cómo se pudo llegar a esos abusos, el Papa dice que tras el Concilio Vaticano II, hubo una tendencia "motivada por buenas intenciones, pero equivocada, de evitar los enfoques penales de las situaciones canónicamente irregulares" .
También echa parte de culpa a los modos "inadecuados" para elegir a los candidatos al sacerdocio y a la insuficiente formación humana, moral, intelectual y espiritual en los seminarios.
En la carta, escrita "con palabras que me salen del corazón" , según señala, se dirige a las víctimas de los abusos, a sus familias, a los curas pederastas, a los obispos irlandeses, a los jóvenes, a los padres y a todos los fieles de Irlanda.
"Habéis sufrido dolorosamente y pido perdón. Sé que nada puede borrar el mal que habéis soportado. Vuestra confianza ha sido traicionada y violada vuestra dignidad" , escribe a las víctimas.
Reconoce que cuando denunciaron al principio los hechos, "nadie quería escucharos" y que por ello "ante lo sufrido, es comprensible que os sea difícil perdonar o reconciliaros con la Iglesia" .
"En su nombre, expreso abiertamente la vergüenza y el remordimiento que sentimos todos. Sé que a algunos de vosotros les resulta difícil incluso entrar en una iglesia después de lo que ha sucedido. Os pido que no perdáis la esperanza" , afirma el Papa.
Las frase más duras son hacia los curas pederastas: "Habéis traicionado la confianza depositada en vosotros por jóvenes inocentes y por sus padres. Debéis responder de ello ante Dios y ante los tribunales debidamente constituidos. Habéis perdido la estima de la gente de Irlanda y arrojado vergüenza y deshonor sobre vuestros semejantes" , les dice.
El Obispo de Roma agrega que junto con el inmenso daño causado a las víctimas, un daño enorme se ha hecho a la Iglesia y a la percepción pública del sacerdocio y de la vida religiosa.
Les exhorta a examinar sus conciencias, a "admitir abiertamente la culpa" y a someterse a las exigencias de la justicia.
Tras los curas pederastas, las palabras más duras son para los obispos irlandeses, a los que dice que "no se puede negar que algunos de vosotros y de vuestros predecesores han fracasado, a veces lamentablemente, a la hora de aplicar las normas del derecho canónico sobre los delitos de abusos de niños" .
El Papa subraya que se han cometido "graves errores en la respuesta a las acusaciones" , aunque reconoce que era difícil comprender la magnitud y la complejidad del problema.
Todo ello, precisa, "ha socavado gravemente" la credibilidad y eficacia de los prelados y por ello, "para remediar los errores y para garantizar que no vuelvan a ocurrir" les pide que apliquen "plenamente el derecho canónico a los casos de abusos de niños" .
"Seguid cooperando con las autoridades civiles" , les exhorta el Papa.
Benedicto XVI aboga para que las normas para salvaguardar a los niños en Irlanda sean "constantemente actualizadas" .
Para afrontar lo ocurrido, el Papa propone a los católicos irlandeses que durante los próximos doce meses ofrezcan el ayuno, las oraciones y las obras de misericordia para la renovación de la Iglesia de ese país.
Asimismo anuncia que ordenará una "visita apostólica" , una inspección de las diócesis, seminarios y congregaciones religiosas donde se han dado casos de pederastia con el objetivo de renovarlas.

miércoles, 17 de marzo de 2010

ABUSOS SEXUALES Y EL VATICANO (DOCUMENTAL)

 

Documental donde se revelan abusos sexuales cometidos por sacerdotes de la Iglesia Catolica en Roma.

El teólogo Küng acusa al Papa de ocultar casos de pederastia


El profesor vincula los abusos sexuales a la obligación del celibato del clero.

18/03/2010 BEGOÑA ARCE 

El prestigioso y controvertido teólogo suizo Hans Küng ha acusado directamente al Papa de haber ocultado los casos de pederastia del clero. Küng también ha condenado el celibato del clero, obligación que vincula con los abusos sexuales. En un artículo publicado en un periódico alemán, el profesor emérito de Teología Ecuménica de la Universidad de Tubinga exigió al papa Benedicto XVI que asuma su propia responsabilidad y pida perdón, "en lugar de quejarse de la existencia de una campaña contra él".


"Nadie en la Iglesia ha tenido tantos casos de abusos sobre la mesa" como Joseph Ratzinger, recuerda Hans Küng. Entre esos casos se incluyen los ocurridos en el coro catedralicio de Ratisbona, donde estaba su hermano, y los denunciados en su diócesis durante los cinco años en que fue obispo de Múnich.
"SECRETO ABSOLUTO" Hans Küng también se refiere a todos los casos a los que el actual Pontífice tuvo acceso en los 24 años en los que actuó como prefecto de la Congregación para la Defensa de la Fe, "en los que se imponía el secreto absoluto a los casos graves de delitos sexuales de clérigos en todo el mundo".
Mientras, en Berlín, la cancillera alemana, Angela Merkel, volvió a reclamar ayer que se impongan "la verdad y la claridad" en la investigación de los cientos de casos detectados en las instituciones católicas de Alemania, aunque prefirió no limitar el escándalo a la Iglesia de Roma. "Es cierto que los primeros casos han aparecido en la Iglesia católica, pero no tiene sentido ceñirse a un solo grupo religioso. Este es un problema que se ha repetido en numerosos sectores de la sociedad", dijo Merkel.
Por otro lado, en Irlanda, el cardenal Brady pidió perdón a las víctimas de las agresiones sexuales, a las que él mismo obligó a firmar un documento para que guardaran silencio.

martes, 16 de marzo de 2010

La pedofilia en los tiempos de Ratzinger


Cynthia Rodríguez

El Papa Benedicto XVI. En defensa del celibato. Foto: AP
ROMA, 15 de marzo (apro).- Los casos de pedofilia cometidos por sacerdotes católicos de todo el mundo contra menores de edad han provocado en la última semana una especie de paranoia en el Vaticano, donde más que lanzar un ataque unánime en contra y aclarar las medidas que tomarán contra sus víctimas, los jerarcas católicos se muestren a la defensiva: Responden con evasivas y buscan otros argumentos en aras de explicar el por qué de estos delitos.
Por ejemplo, el pasado jueves 11 de marzo, Christoh Schoenborn, Arzobispo de Viena, de donde también han brotado casos de abusos en las últimas semanas (tres padres del monasterio e Kremsmuenster fueron suspendidos de sus funciones por presuntos abusos sexuales en la década de los 80), opinó que la causa de éstos podría tener que ver con el celibato de los padres católicos.
Schoenborn sugirió, en la publicación de su diócesis, que “el celibato eclesiástico explica en parte los actos de pedofilia cometidos por religiosos católicos, surgidos en cascada en Alemania y Austria”.
Un día después de estas declaraciones, Marco Ansaldo, experto en temas del Vaticano del diario italiano Repubblica, publicó que “desde hace ya algún tiempo, el Vaticano ha comenzado a reflexionar seriamente sobre este dogma, que en un futuro muy lejano, de aquí a 50 años, podría ser abolido”.
“Según de cuanto ha sabido Repubblica, la Iglesia está pensando que el día de mañana, que se medirá en decenios, de poder abolir eventualmente la regla del celibato para sus propios integrantes. El trayecto y el estudio, ultra secreto, habría estado afidato a algunos altos representantes de la Congregación para el Clero, guiada de monseñor Claudio Hummes”, publicó Ansaldo.
La reacción por parte del Vaticano no se hizo esperar y fue el mismo viernes que el Papa Benedicto XVI salió a defender el celibato sacerdotal durante un congreso teológico promovido por la Congregación para el Clero, bajo el lema: ‘Fidelidad de Cristo, fidelidad del sacerdote’, donde lo calificó como “la expresión de don de sí a Dios y a los demás”.
“En el modo de pensar, de hablar, de juzgar los hechos del mundo, de servir y amar, de relacionarse con las personas, también en el hábito, el sacerdote debe tener la fuerza profética de su pertenencia sacramental, del su ser profundo”, señaló Ratzinger en un discurso.
Del caso de los pederastas no dijo nada.
La declaración de Ratzinger surgió horas antes de que monseñor Robert Zollitsch, presidente de la Conferencia episcopal alemana, pidiera de nuevo disculpas a las víctimas de los abusos sexuales en Alemania, donde se cuentan al menos 350 casos de abusos en casi todas las diócesis de este país.
En una conferencia de prensa, luego del encuentro que mantuvo una comisión de obispos alemanes con el Papa, Zollitsch aseguró que los sacerdotes de Alemania siguen “profundamente convulsionados por la violencia hacia los menores” por lo que prometió tomar medidas al respecto.
Dijo que aunque en el 2002 la Iglesia alemana había delineado su plan contra la pedofilia era necesario revisarla para reforzar la prevención, mejorar la calidad del personal responsable de las denuncias en las diócesis, crear una oficina nacional para afrontar las denuncias de abuso sexual y sobre todo garantizar máxima colaboración con las procuradurías y los jueces civiles.
Sobre el tema de las denuncias de la iglesia a la magistratura civil, Zollitsch especificó que el episcopado alemán garantizará “la máxima colaboración” y aseguró que el Papa “ha explícitamente confirmado nuestro modo de proceder”.
“Queremos llevar luz a la verdad sin falso respeto por ninguno, aunque haya pasado mucho tiempo atrás, porque las víctimas tienen derecho. La Iglesia alemana está previendo de ayudar a las víctimas y a sus familiares con asistencia humana, psicológica y pastoral adecuada a sus exigencias”, señaló el arzobispo alemán.
Sin embargo, apenas un día antes, el jueves, Gianfranco Girotti, regente de la Penitenciaría Vaticana, dejó claro que “la Iglesia puede absolver a quien se ha manchado del pecado de pedofilia, quien se ha arrepentido sinceramente, mientras el aborto es considerado por la ley eclesiástica un pecado reservado y especial”.
En entrevista concedida al periódico romano El Mensajero, Girotti señaló que aceptando la confesión de un pedófilo arrepentido, el confesor no solo no puede imponerle la autodenuncia, sino que tampoco puede dirigirse a un magistrado para denunciarlo, si además, dijo, se trata de personas consagradas.
El regente de la Penitenciaría Vaticana afirmó que, frente a quienes sean sujetos de desórdenes morales constantes y graves, el confesor puede aconsejar el abandono de la vida eclesiástica.
Por el contrario, de frente al aborto, monseñor Girotti subraya que éste está considerado como un pecado reservado y especial.
“La Iglesia quiere tutelar al máximo la vida de la persona más débil, más frágil... ¿qué hay de más inerme que una vida que ni siquiera ha nacido?”, cuestionó Girotti.

¿También Ratzinger?
Y mientras en el Vaticano batallan con la defensa eclesiástica, surgen nuevos casos. El mismo día en que se llevó a cabo la reunión con los obispos alemanes, el diario liberal de la ciudad de Munich “Sueddeutsche Zeitung” publicó en su versión on line que un sacerdote alemán con antecedentes de abuso sexual a menores había sido asignado, por ese motivo, a trabajar en la comunidad de la iglesia local de Munich, en Baviera, durante el periodo en que el Papa Benedetto XVI era arzobispo de esta misma ciudad y de Freising.
Según la nota, en los años 80 el sacerdote, de quien no se da nombre, fue transferido de Essen (norte de Alemania) a Baviera (sur de Alemania) durante el periodo cuando el actual pontífice Benedicto XVI, en ese entonces cardenal Joseph Ratzinger, era el arzobispo, lo que lo convertía teóricamente en el máximo responsable de cada encargo de misión y transferencia de sacerdotes.
“En Baviera, el padre ya procesado, se abandonó de nuevo a la violencia pedófila y actualmente sigue en su ministerio en el Alta Baviera”, señalaba ya el viernes el portal de este periódico.
Dicho sacerdote, a quien el Sueddeutsche Zeitung no da nombres, estuvo en servicio casi ininterrumpidamente en Baviera de 1980. Antes de Essen, el padre había sido descubierto y denunciado porque habría obligado a un niño, en ese entonces de 11 años, a practicarle el sexo oral.
Luego de haber sido transferido en Baveria, este sacerdote cometió de nuevo abusos contra menores de edad.
De acuerdo con la investigación de dicho periódico, la Iglesia nunca denunció los hechos ante la justicia.
De inmediato la reacción de Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede, no se hizo esperar y antes de que la noticia siguiera su recorrido por el mundo, lanzó un comunicado donde asegura que quien era en ese entonces el Vicario general, Gerhard Grubber, hoy con 81 años, ha asumido toda la responsabilidad por haber elegido confiarle un servicio pastoral a un padre con antecedentes.
Asimismo, desde Bolzano (norte de Italia), también se dio a conocer la experiencia de un exalumno en un convento de esta ciudad, quien, según otro periódico alemán, el Tageszeitung, el muchacho, que en los años de los 60 tenía 15 años, fue víctima de varios favores sexuales por parte de padres que le ofrecían pequeñas cantidades de dinero a cambio.
A diferencia de otras diócesis que no han querido exponer de manera más abierta estos casos, el sitio on line de esta diócesis, puso una dirección de e-mail (molestie@bz/bx.net) para todos los casos que surjan de molestias sexuales y violencia con el fin de ayudar a las víctimas y encontrar a los responsables.
“La diócesis está profundamente amargada y condena todo tipo de abuso. La Iglesia desea aclarar en modo sincero estos hechos, porque las víctimas están en su derecho. Por este motivo la diócesis intenta crear en el sitio de internet diocesano un foro donde vengan examinados eventuales señalizaciones de abuso”, se lee en su portal.
La iniciativa provocó de inmediato la reacción del procurador de Bolzano, Guido Rispoli, quien invitó al obispo a denunciar todos los eventuales episodios de abuso a la magistratura para comenzar las investigaciones penales.
El Vaticano no termina de aclarar su posición frente al tema, pero los casos de pedofilia siguen apareciendo.

Proceso
15 de marzo de 2010

La Iglesia amparó en Múnich a un pedófilo cuando el Papa era obispo


Un cura alemán con antecedentes de abusos sexuales contra menores fue asignado a la comunidad local de la Iglesia de Múnich en 1980, cuando el actual Papa, Joseph Ratzinger, era obispo de la ciudad. La noticia se publica hoy en el Süddeutsche Zeitung, y fue anticipada ayer por su fuerza explosiva, ya que por primera vez aparece el nombre de Benedicto XVI en el escándalo de pedofilia que azota a la Iglesia católica. El portavoz vaticano, Federico Lombardi, intentó minimizar el alcance de la revelación y explicó que, aunque el episodio existió y fue un error, el entonces vicario de Múnich, Gerhard Gruber, que hoy tiene 81 años, ha asumido toda la responsabilidad de aquella decisión.
El sacerdote había obligado a un menor de 11 años a practicarle sexo oral, y fue trasladado desde Essen a Baviera cuando Ratzinger, que fue obispo de Múnich entre 1978 y 1981, era el responsable de asignar las misiones y ordenar los traslados de los curas. En Baviera, el cura fue puesto a trabajar sin interrupción en la comunidad y nunca fue denunciado por la Iglesia a la justicia civil, ni tampoco apartado de su cargo pues sigue ejerciendo el sacerdocio.
Según confirmó el arzobispado de Múnich al diario alemán, el traslado se realizó con la aprobación directa del actual papa Benedicto XVI. "La decisión fue suscrita por el entonces arzobispo". Su portavoz, Bernhard Kellner, habló de "errores graves", cometidos en los años ochenta, que ahora se investigarán. El entonces vicario general dijo que "la reintroducción de esta persona fue un error grave". "Siento muchísimo que a través de esa decisión se pudiera permitir el abuso. Me disculpo con todos los que fueron dañados". De hecho, el hombre volvió a agredir a un menor y fue condenado por un tribunal de la Alta Baviera a 18 meses de cárcel en libertad condicional y una multa de 4.000 marcos (unos 2.000 euros de hoy), en 1986. Para esta fecha, Ratzinger ya había sido trasladado a Roma.
Según la reconstrucción de los hechos publicada en la página del obispado de Múnich, H. (así se refiere al sacerdote pederasta), bajo petición del obispado de Essen fue trasladado a Múnich, en enero de 1980, donde "tenía que hacer una terapia". "El grupo de trabajo del obispado tenía que estar informado de que él tenía que hacer esta terapia a causa de relaciones sexuales con jóvenes".
Según añade el comunicado, "en 1980 se decidió garantizar a H. un alojamiento en la casa de los sacerdotes, de manera que pudiera participar en la terapia. Esta decisión fue suscrita por el entonces arzobispo" el actual Papa. Sin embargo, el vicario general decidió permitir a H. ejercer un papel limitado como guía moral en una diócesis. "En este periodo (entre el 1 de febrero 1980 y el 31 de agosto 1982) no hay acusaciones contra H.".
Cuando ya Joseph Ratzinger se encontraba en Roma, H. fue trasladado a Grafing en la Alta Baviera. Después de las acusaciones y la condena fue suspendido de su trabajo en 1985. Volvió a trabajar en noviembre de 1986.
La noticia contribuirá sin duda a aumentar la tormenta que vive la Iglesia católica ante las crecientes relevaciones de cientos de abusos cometidos por media Europa. Ayer mismo, el Vaticano vivió una jornada de enorme tensión, con la visita del jefe de la Iglesia alemana, Robert Zollitsch. El presidente de la Conferencia Episcopal Alemana (CEA) se reunió durante 45 minutos con el Papa tras entrevistarse con los responsables de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y luego dio la cara ante unos 50 periodistas.
Leyó una solemne declaración en la que pidió perdón por los abusos, y reveló que el Papa había animado a su Iglesia a "seguir adelante con decisión y valentía en la tarea de descubrir toda la verdad, sin lagunas y por antigua que ésta sea, para satisfacer los derechos de las víctimas".
Zollitsch aseguró que el Papa recibió "con satisfacción" la elección para el puesto de comisario del obispo Stephan Ackerman, y anunció que el día 23 se reunirán en Berlín en una mesa de trabajo las ministras de Justicia y Familia del Gobierno de Angela Merkel con el propio Ackerman.
Preguntado por los casos de abusos registrados en 19 de las 27 diócesis alemanas, el obispo respondió que todavía no podía dar una cifra exacta. "Hemos enviado un cuestionario a las diócesis para distinguir los abusos sexuales de los pedagógicos, y aún no tenemos toda la información", explicó. En otro momento, mostró su inquietud porque entre los culpables hay "personas de gran autoridad moral". La frase sonó como un preanuncio de la posible inculpación de altos cargos.
Antes de reunirse con Zollitsch, el Papa reivindicó el "valor sagrado del celibato" de los sacerdotes católicos. El celibato es "en la Iglesia latina un carisma necesario" para la ordenación, recordó Ratzinger, que no puede ser explicado con "las categorías culturales dominantes". Ahora, probablemente el Papa se verá obligado a dar explicaciones menos teológicas y más humanas.

El País
13 de marzo de 2010

jueves, 11 de marzo de 2010

Toca la pederastia al hermano del Papa


Cynthia Rodríguez y Rodrigo Vera


ROMA.- El escándalo por abusos sexuales cometidos por sacerdotes católicos contra menores de edad alcanzó a Georg Ratzinger, hermano del Papa Benedicto XVI.
Entre 1964 y 1994, Georg Ratzinger fue director musical de la Escuela del Coro de la Catedral de Ratisbona, al sur de Alemania, donde dos sacerdotes fueron condenados por pederastia... y puede haber más casos.
Uno de esos prelados llegó a prisión en 1971, cuando Georg Ratzinger –hermano del Papa Benedicto XVI– ocupaba ese cargo. El caso del otro cura, un profesor de religión, data de 1958.
Fue Gerhard Ludwig Müller, obispo de esa ciudad germana, quien admitió esos hechos en una carta que escribió y publicó en internet el viernes 5 dirigida a los padres de los niños que sufrieron abuso por parte de los religiosos. Müller prometió aclarar los hechos.
“Me enteré de los casos de abusos sexuales ocurridos en la década de los cincuenta, cuando el director del convento en aquella época, por lo que se sabe, estuvo condenado. Después murió. Estamos fuertemente comprometidos para aclarar todos los casos”, dice la carta publicada en la página web de la diócesis de Ratisbona.
Añade: “Por eso vamos a examinar toda la información, las declaraciones y las acusaciones y, con base en lo que está previsto en el reglamento de la Conferencia Episcopal alemana, informaremos al grupo de trabajo sobre los abusos sexuales de la diócesis de Ratisbona”.
Incluso pide “a todos aquellos que supieron de los abusos sexuales a menores por parte de los sacerdotes o de otros empleados de las instituciones religiosas, o a quien pudo ser víctima de abusos, dirigirse a un miembro de la dirección o a la responsable diocesana, la señora Birgit Boehm (teléfono 0941-26338)”.
Y, dirigiéndose a los padres de las víctimas, señala: “Estamos profundamente consternados por los sufrimientos de ese momento, pues somos conscientes de que los niños son el bien más valioso de todos los padres (...) Los que nos confían a nosotros sus hijos, deben tener la certeza de que haremos todo lo que esté a nuestro alcance por respetar y defender la dignidad de sus hijos con un trabajo educativo, serio y responsable (…)”.
El mismo viernes 5 Clemens Neck, vocero del obispado de Ratisbona, reconoció a la agencia de noticias France Presse “que tenía información sobre presuntos abusos cometidos entre 1958 y 1973, en la cual queremos que se conduzca una investigación transparente”. Y agregó que más víctimas de pederastia en esa escuela se están dirigiendo a la arquidiócesis para solicitar ayuda.
Por su lado, Georg Ratzinger, de 86 años, afirmó ese mismo día a Radio Baviera que él nunca tuvo conocimiento de casos de pederastia durante el tiempo que fungió como director musical de esa escuela.
La diócesis de Ratisbona emprenderá una investigación sobre el caso, anunció Neck, y agregó que al obispado no le consta que actualmente sigan cometiéndose abusos en la escuela, pero consideró probable que algunos pederastas de la institución sigan en activo.

“Un problema muy serio”
El Vaticano declaró el viernes 5 que toma “muy en serio” el problema de la pederastia sacerdotal en Alemania, que ha sumido a la Iglesia alemana en una de sus peores crisis, ya que hasta el momento se han detectado 300 casos de ese tipo de abuso sexual.
Ciro Benedettini, vicedirector de la sala de prensa del Vaticano, dijo que la Curia Romana apoyará a todos los obispos alemanes que están atendiendo los casos de pederastia revelados en las últimas semanas.
Señaló que, por lo pronto, apoyarán la petición de la arquidiócesis de Munich para que se designe a un visitador apostólico que investigue los casos de pederastia que se están reportando en la abadía benedictina de Ettal, en Baviera.
A finales de enero, el semanario Der Spiegel provocó un escándalo con la revelación de abusos cometidos en las décadas de los setenta y los ochenta en el prestigioso colegio jesuita Canisius, de la ciudad de Berlín.
Tras esas revelaciones, las denuncias se multiplicaron y salieron a relucir casos que involucran a distintas congregaciones religiosas, como los salesianos, los franciscanos o los palotinos. Se están documentando casos de pederastia en las regiones de Fráncfort, Augusta, Hildesheim, Essen, Bonn y Baviera.
Ni siquiera se salva Munich, donde Joseph Ratzinger –el actual Papa Benedicto XVI– fue arzobispo en los setenta. Ahí, las autoridades civiles ya abrieron las primeras investigaciones, mientras la arquidiócesis del lugar prometió que habrá “tolerancia cero” hacia sus curas pederastas.
El viernes 12, Benedicto XVI recibirá en audiencia privada al presidente del episcopado alemán, Robert Zollitsch, para debatir las medidas a tomar ante esta grave crisis en la Iglesia de ese país.
Tres días después, el lunes 15, se podría dar a conocer el informe de un año de investigaciones realizadas sobre las faltas del padre Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo.
Sin embargo, apenas el jueves 4 el vocero del Vaticano, Federico Lombardi, descartó que pueda esperarse la publicación en “tiempos breves” del resultado final de la auditoría que se realiza a las instituciones ligadas a los Legionarios de Cristo. Dijo que la fase operativa de la visita apostólica concluirá, según lo previsto, a mediados de este mes, pero aclaró que, luego de esa fecha, las autoridades de la sede apostólica deberán continuar con otros pasos del proceso. “Se requiere tiempo, se debe definir si la información es suficiente, si es necesario solicitar un suplemento de investigación. No esperaría tiempos breves para la decisión definitiva”, declaró Lombardi a la agencia Notimex.
También en Holanda la Iglesia católica inició investigaciones por abusos sexuales dentro de sus instituciones. De acuerdo con el diario Nrc Handelsblad, hay al menos 15 denuncias que implican a 10 sacerdotes del colegio salesiano Don Rua di ‘s-Heerenberg. Sin embargo, señala la publicación, podría haber más casos en otros institutos.
El obispo de Róterdam y presidente de la Conferencia Episcopal holandesa, Adrianus Herman van Luyn, inició una investigación, al igual que el ministro de Justicia de ese país, Hirsch Ballin, por los presuntos casos que ocurrieron entre 1959 y 1971.
El mismo viernes 5, los obispos de la Conferencia Episcopal austriaca lanzaron un llamado por la “verdad y justicia” respecto de los abusos sexuales contra menores de edad cometidos por religiosos católicos.
“Frecuentemente los culpables son más protegidos que las mismas víctimas; las heridas causadas de los abusos sexuales son particularmente graves donde existen relaciones de confianza, justo dentro de la familia y de la Iglesia”, señalan los obispos austriacos en un comunicado de prensa.

Proceso
08 de marzo de 2010

miércoles, 3 de marzo de 2010

Mi padre abusó de nosotros:Hijos de Maciel

“Maciel me decía que era agente de la CIA” así comienza una historia de mentiras, abusos, engaños y violaciones por parte de Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo y quien influyó a miles de mexicanos y personas que siguieron la filosofía de esa orden religiosa.




Blanca Estela Lara, José Raúl González Lara, Omar González Lara y Christian González Lara, son la familia que construyó el padre Maciel, ellos, hablan por primera vez y en exclusiva de los abusos a menores, la doble moral, la pederastia y un sinfín de delitos que fueron cometidos por este sacerdote.

Escuche la entrevista en la que Raúl González, hijo mayor de Maciel, asegura haber sido violado y drogado por el ministro religioso, además de aseverar que parte de la iglesia católica conocía estos delitos. La entrevista muestra la doliente historia de una familia dañada en su núcleo por un hombre de doble moral que representa a una iglesia corroída desde su interior.

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